Además de proporcionarnos un ameno y, en ocasiones, divertido repaso de la historia de las ciencias físicas. Stephen Hawking formula en la Historia del tiempo una de las más atrevidas – y brillantes – propuestas científicas de las últimas décadas: unificar la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica – hasta ahora incompatibles – para crear una teoría cuántica de la gravedad, una de cuyas consecuencias más notables sería la eliminación de las singularidades, como el Big Bang, donde fallan las leyes de la física, y su corolario sería que el Universo no necesitaría tener un principio ni un final: sería un universo eterno, finito pero sin fronteras y totalmente independiente.
– Contraportada