Leyendo el blog Información Privilegia de CNN Expansión me encontré con la expresión Urbi et Orbi utilizada para hacer referencia al mensaje: Paso firme que nos permite sumar esfuerzos para que juntos logremos sacar adelante a nuestras familias: Presidente Calderón enviado por el presidente Felipe Calderón, pero ¿por qué el Urbi et Orbi?
Un poco de historia
Urbi et orbi, palabras que en latín significan “a la ciudad Roma y al mundo”. Era la fórmula habitual con la que empezaban las proclamas del Imperio Romano. En la actualidad es la bendición más solemne que imparte el Papa, y sólo él, dirigida a la ciudad de Roma y al mundo entero.
La bendición Urbi et orbi se imparte durante el año siempre en dos fechas: el Domingo de Pascua y el día de Navidad, 25 de diciembre. Se hace desde el balcón central de la Basílica de San Pedro (llamado por eso Balcón de las bendiciones) adornado con cortinas y colgantes, y con el trono del Papa colocado allí, y para ella el Papa suele revestirse con ornamentos solemnes (mitra, báculo, estola y capa pluvial) y va precedido de cruz procesional y acompañado de cardenales-diáconos y ceremonieros. También es impartida por el Papa el día de su elección; es decir, al final del cónclave, en el momento en que se presenta ante Roma y el mundo como nuevo sucesor de San Pedro.
La característica fundamental de esta bendición para los fieles católicos es que otorga la remisión por las penas debidas por pecados ya perdonados, es decir, confiere una indulgencia plenaria bajo las condiciones determinadas por el Derecho Canónico (haber confesado y comulgado, y no haber caído en pecado mortal). La culpa por el pecado es remitida por el Sacramento de la Reconciliación (confesión), de manera que la persona vuelve a estar en gracia de Dios, por lo cual se salvará si no vuelve a caer en pecado mortal; empero, la pena debida por esos mismos pecados debe ser satisfecha, es decir, se debe reparar y compensar el desorden introducido por el pecado, lo cual se lleva a efecto por medio de la penitencia impuesta en el sacramento, por medio de otras obras buenas y, en último caso, por medio del sufrimiento del Purgatorio. Dado que la indulgencia plenaria remite completamente esa pena debida, el fallecido sin haber caído nuevamente en pecado no ha de pasar por el purgatorio y accede directamente al cielo. De acuerdo a las creencias de los fieles, los efectos de la bendición Urbi et orbi se cumplen para toda aquella persona que la reciba con fe y devoción, incluso si la recibe a través de los medios de comunicación de masas (televisión, radio, internet, etc.). [más]
Mensaje Urbi et Orbi del 2008
BENEDICTO XVI
MENSAJE URBI ET ORBI
Navidad, martes 25 de diciembre de 2008
«Apparuit gratia Dei Salvatoris nostri omnibus hominibus” (Tt 2,11).Queridos hermanos y hermanas, renuevo el alegre anuncio de la Natividad de Cristo con las palabras del apóstol San Pablo: Sí, hoy «ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres».
Ha aparecido. Esto es lo que la Iglesia celebra hoy. La gracia de Dios, rica de bondad y de ternura, ya no está escondida, sino que «ha aparecido», se ha manifestado en la carne, ha mostrado su rostro. ¿Dónde? En Belén. ¿Cuándo? Bajo César Augusto durante el primer censo, al que se refiere también el evangelista San Lucas. Y ¿quién la revela? Un recién nacido, el Hijo de la Virgen María. En Él ha aparecido la gracia de Dios, nuestro Salvador. Por eso ese Niño se llama Jehoshua, Jesús, que significa «Dios salva». [más]
Conclusión
Ahora me queda claro que la referencia al mensaje papal se debe a que Felipe Calderón adicciono un breve mensaje decembrino (Navidad y Año nuevo). Y para los que no lo vieron y no quiere leerlo lo adiciono a continuación.